Escuchar y Leer
Me llamo Sofía y soy una viajera curiosa. Siempre quise conocer Argentina, un país lleno de paisajes impresionantes, cultura vibrante y comida deliciosa. El mes pasado, por fin cumplí mi sueño de visitarlo.

Buenos Aires, la ciudad del tango
Comencé mi aventura en Buenos Aires, la capital. Es una ciudad grande y elegante, con calles anchas, cafés antiguos y edificios con mucha historia. Caminé por el barrio de La Boca, famoso por sus casas de colores y artistas callejeros.
Allí vi a una pareja bailando tango, el baile tradicional de Argentina. Fue emocionante y romántico.
También visité Recoleta, un barrio más tranquilo, con parques, librerías y el famoso cementerio de Recoleta, donde descansan muchas personas importantes del país.
En Buenos Aires probé una empanada salteña y un alfajor, un dulce con dulce de leche cubierto de chocolate. ¡Delicioso!
La Patagonia y la naturaleza
Después volé al sur del país, a la región de la Patagonia. Allí todo es naturaleza pura: montañas, lagos, glaciares y cielos inmensos. Visité el Glaciar Perito Moreno, una gran masa de hielo que hace un sonido fuerte cuando se rompe. Es impresionante ver cómo cae el hielo al agua.
También fui al Parque Nacional Nahuel Huapi, cerca de Bariloche, donde caminé por senderos rodeados de bosques y lagos azules. Me sentí en paz total.
La comida argentina
La comida en Argentina es una experiencia. Probé un asado, la comida más tradicional. Es una parrillada de carne cocinada lentamente con fuego. Los argentinos aman la carne, y debo decir que estaba muy buena.
También bebí mate, una infusión de hojas de yerba. Es amargo, pero interesante. Se bebe en grupo, compartiendo el mismo recipiente y bombilla. Es más que una bebida: es una costumbre, una forma de conversar.
El norte y la diversidad
En el norte del país, visité Salta y Jujuy, regiones con montañas de colores y pueblos indígenas. Allí aprendí sobre las tradiciones de los pueblos andinos, que son parte de la historia de Argentina.
La gente en el norte habla con un acento diferente, y usan palabras de origen quechua. Son muy cálidos y hospitalarios. Me ofrecieron humitas (maíz con queso cocido en hojas) y locro, una sopa espesa con carne, maíz y zapallo.
Un país que lo tiene todo
Argentina es un país muy diverso: tiene ciudades modernas, naturaleza salvaje, música, danza y una cocina única. Lo que más me gustó fue su gente: abierta, simpática y llena de pasión.







